Una buena persona


La muerte de Mario fue peculiar. 

Mario era una buena persona. 
Pero eso no da la felicidad. 
No da la felicidad, ni trabajo, ni amor... 
Puede incluso no dar ni amigos llegado el caso. 

Por eso a Mario le rondó durante tanto tiempo la idea de acabar con su vida. 
Su pasado le pesaba como una losa y en su futuro no veía nada que pudiera aliviar el dolor que sentía. 
Ya no podía seguir siendo uno de esos débiles que escribió Benedetti. 

Así que un día se encaramó a un edificio. 
Siempre había pensado que era la mejor forma de morir. Tirarse desde las alturas al menos le proporcionaría durante los segundos de caída un atisbo de vida que ya no sentía. 

Sin embargo Mario también sabía lo que implicaba tirarse contra el suelo desde una gran altura: sangre, fracturas, vísceras... 
No quería que alguien se encontrara con ese panorama al salir a dar un paseo o que el servicio de limpieza tuviera que limpiar sus restos durante horas. 

Pero Mario tenía una idea. 
Cuando subió a la azotea llevaba consigo una gran bolsa de basura y un rotulador con el que escribió en el plástico azul: "Abrir con cuidado. Restos humanos". 

Tras escribirlo se acercó al tejado que había encontrado para tirarse sin problemas. Se aseguró que la calle estaba desierta, dejó la bolsa, metió los dos pies, se agachó, y con mucha maña envolvió todo su cuerpo con el plástico. 

Cuando estaba totalmente cubierto cerró la bolsa por dentro haciendo un efectivo lazo. Balanceó su cuerpo, y tras deslizarse unos segundos por la superficie de la cornisa, se precipitó al vacío. 

Mario murió intentando molestar lo menos posible, como había hecho toda su vida. 

Y es que ya sabemos que Mario era una buena persona.





































Hacía tiempo que no me surgía de forma tan espontánea un texto que escribir. Esa necesidad de querer escribir algo que tienes tan claro en la cabeza y te salen las palabras a borbotones. Pero el otro día surgió.

Puede ser que no sea el momento más apropiado tras los suicidios que se han dado en parte motivados por los desahucios en España, pero está claro que son cosas que le pasa a gente por la cabeza y por eso me interesa.

Como curiosidad la mención a Benedetti se debe a un Haiku que escribió que decía
Quién lo diría
los débiles de veras
nunca se rinden

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